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RADIO MEMORIA.

1er Capítulo:

“Los Niños Oscuros de Morelia” de Albert Tola

BECA DE CREACIÓN MULTIDISCIPLINAR 2016-2017

COPRODUCCIÓN TEATRO MAYOR JULIO MARIO SANTO DOMINGO Y TEATRO MUNICIPAL JORGE ELIÉCER GAITÁN.

Radio Memoria es una plataforma multidisciplinar que nace desde la radio, una radio joven, fresca y cultural que utiliza y mezcla los lenguajes de la locución, el teatro, la música, el vídeo y el musical en diferentes escenarios para narrar historias de guerra donde los protagonistas son los niños.

Nuestro primer capítulo es la versión libre de la obra “Los niños oscuros de Morelia” del catalán Albert Tola, una historia que cuenta la travesía de dos niños republicanos, Pablo y Gracián que son exiliados por sus padres y el estado, para protegerlos de la guerra civil española, de cómo estos niños se refugian en los juegos y la imaginación para evadir la inaguantable verdad, de como en la costumbre de la fantasía se confunde el juego con la realidad y dan por terminado el viaje sin llegar a destino alguno. 

Esta pieza didáctica es también un recorrido musical que inicia desde España, cruza el atlántico haciendo escala en Mexico para aterrizar e instalarse en Colombia.

Equipo artístico

Dirección general: Daniel Díaza

Asistencia de dirección: Juanita Cetina

Dirección de actores: Ella Becerra

Dirección Musical: Sergio y Santiago Mejía

Dirección de radio y locución: Andrés López

Dirección audiovisual: Estefanía Barreto

Propuesta escénica diseñada en conjunto con Guadalupe Errázuriz de el Otro Trapo   
 

 

Intérpretes:

César Álvarez

Camilo Colmenares

Juan Pablo Acosta

Felipe Bernedet

Juanita Cetina

 Producción: Ayrin Gambin

Escenografía y vestuario: Teatro de Juguete

Diseño iluminación: Camilo Duarte

Fotografía: Saeed Pezeshki

Diseño pieza publicitaria: Miguel González

ENCOMILLADO DEL DIRECTOR:

    “Esta propuesta escénica surge desde un intercambio cultural de dramaturgia entre Colombia y España el año 2015 en el proyecto de Benditas Lecturas de La Maldita Vanidad y gracias a la posibilidad que abre Jorge Hugo Marín de que nuevos directores, actores integrantes de la fundación exploren sus lenguajes y lleven a cabo sus puestas en escena, acompañados desde lo artístico y lo administrativo, decidimos entonces emprender este proyecto; inicialmente encontramos un texto que nos cuestionó desde ámbitos sociales y políticos, además de sentirme particularmente identificado y conectado con el autor y algunos de sus planteamientos. Texto-pretexto que paso a paso se fue encarrilando como proyecto y encontrando una vocación: ser no solo la voz adulta de los niños víctimas, sino ser también esa voz esperanzadora, ser y generar espacios de análisis, reflexión y encuentro, donde los protagonistas son los niños, donde evidenciamos lo que los aqueja para hacer ejercicio de memoria, para no olvidar, para no repetir la historia, para fortalecernos desde el dolor y plantear las soluciones desde la prevención, la protección, el afecto y la educación como herramientas enriquecedoras y prometedoras de un mejor futuro.

Se da inicio al proceso con dos lecturas públicas entre octubre 2015 y enero 2016 del texto dramático completo de Albert, con las que se evidencia la necesidad de contextualizar y justificar el proyecto desde nuestro entorno, se desarrolla un trabajo de mesa para crear desde el papel un proyecto que permitiera su creación y la posibilidad de buscar aliados que garantizaran su materialización y es allí donde se empiezan a generar encuentros afortunados con grandes humanos, colegas, artistas, maestros, entidades y en especial con esta beca que nos da la posibilidad tangible de darle vida a nuestras ideas.

 

      Ser ganadores de esta beca nos da la fortuna de crear desde y con las mejores condiciones, el privilegio de rodearnos de los mejores profesionales, trabajar en un camino de ensayos, aciertos y aprendizajes; partir desde un deseo, transcribir ese deseo al papel y configurarlo como una pulsión en constante crecimiento que ensayo tras ensayo va cogiendo forma, estructura que tiene un pretexto pero que juega con diferentes herramientas escénicas, permitiendo un espacio constante de entrenamiento físico, vocal, musical y creación colectiva, dándonos la certeza de crecer como artistas-intérpretes y estar aportando desde nuestro lugar y pensamiento.

 

      El teatro es un acto político disfrazado de espectáculo que tiene la función de informar, educar, cuestionar y aportar al cambio.”

 

DANIEL DIAZA.

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