LA MALDITA VANIDAD TEATRO


LA BAILARINA Y LA ESCOPETA.
ENTREVISTA A ELLA MARGARITA BECERRA.
La artista nos habla un poco a cerca de su vida y de su nuevo proyecto como directora “La Bailarina y la Escopeta”, inspirada en la obra del autor ruso Antón Chéjov.
Una mirada a la profesional.
POR: ANGÉLICA PRIETO.

¿Qué es para ti el teatro?
El teatro es para mi un laboratorio de experimentación en el que la realidad y la naturaleza de las acciones y emociones humanas pueden ser observadas con la seguridad que brinda la ficción, en el que todos los supuestos son posibles y la imaginación y el arte nos pueden conducir hacia lo más vil o hacia lo más sublime de la experiencia humana; todo esto en el generoso encuentro físico y efimero de actores y espectadores que porduce un flujo de energía transformador y vivificante. En mi experiencia como actriz ha sido el espacio de realización profesional y personal.

¿Qué significa para ti
“La bailarina y la escopeta”?
Este proyecto se ha convertido en un gran sueño cumplido, el resultado escénico de la obra me ha llenado de satisfacción ya que hemos logrado todos los objetivos que nos propusimos. De nuevo el teatro me obliga a decir gracias por un proceso maravilloso que he vivido de la mano de los mejores amigos y colegas que me hayan podido acompañar.
La Bailarina y la Escopeta se consolidó gracias a la pasión que inspiró el proyecto en todos los que participamos en él. Desde la lectura de los relatos de Chéjov, los elementos narrativos que nos interesaron despertaron en todo el equipo una especie de fascinación que fue materializandose en el texto de Santiago; siempre propositivo y dispuesto a escuchar los aportes de todo el grupo; directora, actores, asistente de dirección y arte.
Desde el inicio estaba claro que se pretendía un texto que pudiera ser visto desde tres espacios distintos pero que contara una sola anécdota, que se ajustará a la propuesta estética del trabajo en espacios no convencionales y que además estuviera inspirado en la complejidad que Santiago resolvió, a mi modo de ver, de manera majistral.

Háblanos sobre tu trabajo en equipo
con el dramaturgo
Santiago Merchant.
¿Cómo elegiste
a los artistas del
equipo?

Los artistas son colegas y amigos con los que desde hace tiempo quería trabajar. Nos unió el interés por el autor y el placer de hacer teatro juntos.
Los actores son Cony Camelo, Paula Edwars, María Adelaida Palacio, Anton Tarsov y Mauricio Sarmiento.
La asistente de dirección es Martha Leal.
La dramatúrgia es de Santiago Merchant.
La dirtección de Arte estuvo a cargo de "El Otro Trapo".
Fotografía por Felipe Flores.

¿Cómo fue ese proceso de acercamiento a Chejov?
Haber sido invitada a participar en la programación del ciclo Chéjov de la Maldita Vanidad 2015 me planteó dos preguntas. ¿Qué es lo que me interesa de Chéjov? ¿Por qué hacer un Chéjov en Bogotá en el 2015? Para responder a esas preguntas empecé por acercarme a este emblemático escritor por medio de algunos de sus cuentos, recogidos en una edición y selección de Sergi Bellver en el libro “Chéjov comentado” de el 2010. Libro en el que me encontré con los siguientes relatos: “El violín de Rothschild”, “Desdicha”, “Enemigos”, “La Bellas”, “EL Misterio”, “Pequeñeces”, “La Corista”, “El Mendigo”, “Poliñka”, “El Álbum”, “La Dama y el Perrito”, “La Suerte Femenina”, “Medidas Sanitarias”, “La Boticaria”, “De Madrugada”. Además de revisar su biografía y la correspondencia que mantuvo con Olga Kneeper, primera actriz del teatro de Arte de Moscú y esposa del autor.
En la lectura de estos textos encontré varios elementos en común, tanto desde el punto de vista temático como formal que llamaron mi atención y son los que se desarrollarán en este montaje de LA BAILARINA Y LA ESCOPETA.
- Cotidianidad sofocante normalmente generada por el hacinamiento de personajes en una casa o inquilinato.
- El uso del tiempo en el relato como un recurso literario a modo lente que permite al lector hacer un zoom in, enfocar su atención sobre detalles específicos de la situación.
- Una atmósfera muy sensorial cargada de sonidos, olores, luces y sombras que acompañan y afectan el viaje emocional de los personajes.
- Conciencia de la belleza en dos sentidos opuestos; la incapacidad del los personajes de reconocerla o por el contrario el descubrimiento perturbador de su existencia avasalladora.
- Un erotismo latente o manifiesto, lleno de dobles interpretaciones o prejuicios.
- El humor y la melancolía alternándose permanentemente en el desarrollo de los relatos.
El relato siempre presenta un momento de “reconocimiento” un instante de epifanía (ya sea para el personaje o para el lector) en el que todo pasa del caos al orden. La anagnórisis rompe con el espacio-tiempo, aparece una percepción fantástica de la realidad; todo en el relato parece evidenciarla: hay una transformación momentánea de la atmósfera, todos los elementos sensoriales se armonizan y el tiempo hace su efecto de Zoom in y en algunos casos hasta la naturaleza se manifiesta en consonancia con el instante en el que se revela la conciencia.
Según palabras de Sergi Bellver en el prologo de “Chéjov Comentado”
“El afán de Chéjov en sus relatos: abordando el detalle, explorando el silencio, callando ciertas cosas para que lo esencial sea dicho, dando un aparente rodeo para tomar distancia, concentrándose en el aire, la luz y no de momento en el objeto.”
Tal vez si es posible releer a Chéjov en la escena desde sus relatos, hay que retroceder unos metros y fijarse en el conjunto desde la distancia para verlo con una nueva perspectiva. Su imagen como ícono de la narrativa y de la dramaturgía parecen estar a veces por encima de las pretensiones de su obra. Yo quiero acercarme a él desde los elementos que encontré en sus relatos, elementos que me sorprendieron, me conmovieron y me ayudaron a entrar en el universo de sus personajes; quiero hacer un homenaje a este autor reconfigurando el universo ruso a través de la dramaturgia de SANTIAGO MERCHANT, del uso del espacio no convencional de La Maldita Vanidad y de mi perspectiva de lo que Chéjov brinda como experiencia al “espectador- lector” de sus obras. Quiero hacer un ejercicio de imitación tal como lo hiciera, en su momento, el mismo Chéjov con la con la narrativa de Tolstoy.